Tercera semana: La dieta secreta

La dieta secreta de mi entrenador personal.

Sé que debo ir al dentista. Hace tiempo que me duele una muela, pero voy retrasando mi cita. No me apetece que me echen la bronca de que no me cepillo bien los dientes, que tenía que ir mas a menudo, hacerme revisiones… No, no, paso. Y eso, es un poco lo que me pasó al principio con el tema de la dieta y Venancio. Él me pidió que hiciera una tabla en la que recogiera todo lo que comía a lo largo de una semana, y luego él marcaría mi cambios de hábitos alimentarios. Pensé en engañarle, pensé en poner cosas que no como para evitar las charlas o las broncas… .. Pero estaba claro, que, igual que al dentista, el se daría cuenta de lo que estaba haciendo bien y lo que estaba haciendo mal. Y, al final, eso es lo positivo para mi.

Lo que mas me preocupaba era que me impusiera una dieta de esas milagrosas, que circulan por foros de internet: claras de huevos, batidos milagrosos, o suplementos de esos que corren por los vestuarios de los gimnasios. Luego me inquietaba que me prohibiese cosas. Esos alimentos que hacen que el comer, sea un placer mas que un deber. Pero nada de eso. Ni prohibir ni exigir. Venancio cree en el cambio de hábitos, en algo que debe ser sostenido a lo largo del tiempo; es decir, sin tener que contar los días que nos faltan ni pesar los gramos de lo que comemos. Es muy difícil, por no decir imposible, ser constante con algo que no nos gusta. Y Venancio, al que se le nota que ha sido monaguillo antes que fraile, es bien consciente de eso.

Tras estudiar mis hábitos alimentarios, Venancio toma varias medidas. Son sencillas, muy sencillas, pero a mi nunca se me habían ocurrido: primero me retira los lácteos. Adiós a mis queridos yogures, que poblaban toda mi cuadricula semanal. Me deja la leche en el café de la mañana, ya que para mi tiene la categoría de sagrado. Incorporación de los frutos secos, tanto para desayunar como en la merienda. Desayuno más potentes, con fruta e hidratos. Legumbre, pasta y arroz para comer los días de entreno. E intentar cenar proteínas (huevos, pollo, pescado) con guarniciones ligeras. Poco más. Cabe en dos líneas. A mi me parece casi un milagro, de tal modo que antes de escribir este articulo le pregunto si puedo contar su “dieta secreta”. “¿Secreta?” Me mira sorprendido. “Pero si esto ya lo sabe todo el mundo…”.

Luis Pérez

No quiero ser como Beckham

Segunda semana con mi entrenador personal

«La planificación del entrenamiento acaba siendo tan importante como la definición del objetivo. Por lo tanto, la primera semana con Venancio consiste en diferentes pruebas de nivel para saber “de dónde parto” y, por lo tanto, hasta donde puedo llegar. Enseguida nos hemos dado cuenta de que había algunas partes de mi cuerpo que podía trabajar con mayor intensidad que otras. Es decir, hay ejercicios que me cuestan relativamente poco y otros en los que realmente soy un desastre. . .  Eso se debe a que, cuando yo entrenaba solo por mi cuenta, he descuidado el equilibrio entre los ejercicios y ahora presento una mayor fuerza en el tronco inferior que en el superior.

 

A parte de estar “descompensado”, también tengo otro pequeño problema: no quiero dejar de hacer spinning en el gimnasio. La bicicleta para mi tiene ya un componente social, ya que hay compañeros con los que llevamos mucho tiempo yendo juntos a clase, y al fin y al cabo es lo que me gusta y me divierte. Y no quiero renunciar a eso. Con esas premisas, Venancio me hace un “planning” a mi medida: trabajaré tres días a la semana con él y luego habrá otros dos días a la semana en los que haré bicicleta por mi cuenta en el gimnasio. Los jueves y los domingos serán mis días de descanso. Los días de entreno con él, trabajaremos cada día un grupo muscular específico de forma intensa, dejando el trabajo de piernas para los días de spinning.

 

Esta planificación dura 3 meses. Venancio me pregunta cuál es mi objetivo de todo esto: “¿Qué cuerpo te gustaría tener después de estos 3 meses?” . Me sorprende la pregunta. “No sé, ¿el de Beckham?” digo yo dubitativo. “No, eso no es posible”, me responde con media sonrisa. Me explica que por mi complexión y constitución fisiológica, no debo errar en mis objetivos y señala objetivos de gente “famosa” con una complexión parecida a la mía. Y en ellos debo fijarme. Venancio me asegura que conseguirá sacar de mi cuerpo el máximo rendimiento en potencia, fuerza y energía. Y eso, aunque no pueda ser como Beckham, también me gusta.»

 

Luis Pérez

Primera semana: Tomar medidas

«Algún día tenía que empezar. Llevaba ya mucho tiempo dándole vueltas a lo de buscarme lo que ahora llaman un “personal trainer”, pero era la típica cosa que acababa retrasando para otro día. Yo seguía cómodamente en mí día a día: iba un ratito al gimnasio, hacía las clases que me gustaban y, de vez en cuando, me planteaba si realmente estaba consiguiendo mejoras con todo el tiempo dedicado al deporte. Y estaba claro que no.  Seguía levantando los mismos pesos que al principio de los tiempos, y en mi cuerpo, para ser sinceros, no había grandes cambios. Por eso me rondaba la idea del entrenador personal.

 

Al final, casi me encontró él a mí sin buscar. Había comentado a mi circulo cercano mi idea de empezar “en serio” con un entrenador personal, y me recomendaron uno de confianza. Seguramente, si no hubiera sido así, una persona “de confianza”, nunca me habría atrevido a dar el primer paso necesario. Así que dicho y hecho, una primera reunión me sirvió para darme cuenta de que había encontrado la horma de mi zapato. Me gustaba incluso su nombre: Venancio. Nada de Max, Mike, ni nombres así como de un catálogo dMetroe modelos. Venancio es cercano, próximo, y no es uno de esos entrenadores que parecen salidos de un telefilme norteamericano. Y eso me gusta.

 

En esa primera reunión con él, ya vi que mucho de mis temores –o casi prejuicios- desaparecían. Venancio no me pesó, sino que me midió, y calculó mi porcentaje de grasa corporal. Nada de esa obsesión que esta tan de moda por el gramo y el kilogramo. Ahora mediremos los centímetros y los tantos por cientos. Me explica que, básicamente, tengo que cambiar mi grasa por músculo, y que por tanto, podría ser que mi peso realmente no tenga muchas variaciones a lo largo de este tiempo. Aunque mi cuerpo si que los tendrá.

 

Tras eso, le indico un poco cual es mi dieta. Venancio no se tira de los pelos, ni se saca de la chistera nuevas y revolucionarias “dietas”. De hecho, él no me habla de dietas, sino de hábitos. La clave es empezar a pensar en “como” y “cuando” comemos, más que en el “que”. Dicho de otra forma, es como si yo estuviera poniendo todas las piezas de un puzzle en un sitio incorrecto. Las piezas están bien, pero hay que empezar de cero y reordenarlo de nuevo. No me “prohíbe” nada de forma taxativa, ni me obliga a comer cosas raras o que no me gusten.

 

Venancio, por lo tanto, no cumple con el estereotipo que yo tenia formado del personal trainer. Cuidar la alimentación y ejercicio. No hay más, ni trucos ni cosas extrañas. Eso que suena tan sencillo, pero que yo he sido incapaz de hacer sólo. Pero, tranquilos, que ya hemos tomado medidas.»

 

Luis Pérez

Entrenador personal: Flexibilidad y culturismo

Mi estudio como entrenador personal.

Me he dado cuenta que la flexibilidad es la gran olvidada en la web www.rutinasculturismo.com: hablan de estudios recientes pero nunca citan los resultados obtenidos ni quienes realizaron el estudio.  Además,  los artículos  son citados de forma superficial , a pesar de coincidir todos en la gran importancia de entrenar la flexibilidad. Una cosa si me ha quedado clara: todos  estan de acuerdo en que  que trabajar esta cualidad es importantísima para mejorar la calidad muscular, post-ejercicios para reducir los DOMS y su prevención de lesiones. Ahora bien, la parte negativa es que entrenar la flexibilidad antes de entrenamientos de fuerza es contraproducente  porque pierdes fuerza  y  por posibles lesiones provocadas por estresar el músculo y su capacidad de contracción.  Este último punto lo dejan especialmente claro en la web www.rutinasculturismo.com en su artículo “¿Debemos estirar antes o después del ejercicio?”. A la falta de información científica contrastada al respecto,  decidí buscar un testimonio empírico  y salí en busca de José Miguel Nicolau más conocido como “Santana” excampeón de europa de culturismo y realicé una breve entrevista sobre la flexibilidad.

Cómo he podido observar en el gimnasio, casi el 100% de la gente que tiene los músculos demasiado desarrollados (hipertrofia) y que practican culturismo no trabajan nunca la flexibilidad.  Este hecho  derivó en mi primera pregunta al Sr. Santana. Mi preguntaba ¿por qué no lo entrenaban? Su respuesta fue breve por simple desconocimiento:  muchos entrenadores de culturismo no están preparados ni cualificados y dejan a parte el entrenamiento de la flexibilidad. Me hizo una pequeña demostración de su flexibilidad siendo capaz de tocarse los pies con los dedos de la mano sin necesidad de doblar la rodilla. Esto provocó una gran sorpresa en mí, me explicó que a los 16 años ya era cinturón negro de taekwondo y de sobra es conocida la gran flexibilidad de estos atletas. Apto seguido me explicó que había perdido ya muchas de sus facultades al estar próximo a los 45 años, y que ya  no entrenaba de la misma manera por abandono. Sin embargo, lo que me pareció más interesante fue que me confirmara que un aumento tan espectacular de la masa muscular sí que iba en contra de la movilidad articular, uno de los dos componentes importantes de la flexibilidad. En un artículo, de la universidad de Antioquia hablan de Carl Lewis por sus grandes músculos y su gran flexibilidad, pero hay que profundizar más cuando hablamos de culturistas ya que su masa muscular es anormalmente grande, (no naturales). Actualmente él se dedica a entrenamientos personales y ha podido observar que trabajando una vez por semana ayuda a mejorar la musculatura de los clientes o clientas. Toda esta información se traduce por años de observación de manera empírica no científica.


Al acabar la entrevista le pregunté cómo debería entrenarse la flexibilidad y cuál fue mi sorpresa ya que coincidió con los estudios que estoy realizando en alto rendimiento. Comentó los efectos positivos de entrenar la flexibilidad después de cada entrenamiento, aunque por pereza no se hace, pero sí que lo recomienda encarecidamente después de cada entrenamiento intenso y dedicar una sesión aislada semanal de unos 20 minutos siempre de una manera relajada y sin dolor. Sólo con notar a tensión ya se pueden notar sus efectos y actúa de una manera positiva en nosotros.
Así pues recaudando la información de los artículos, libros, temario de alto rendimiento y la entrevista personal, concluyo diciendo que los entrenadores personales no deberían descuidar la flexibilidad ya que son muchos sus beneficios, ayuda a la mejora articular y a la elasticidad muscular, a superar los DOMS post-ejercicio y previene del riesgo de lesiones y no está reñida completamente con la hipertrofia aunque al revés si pueda surgir ciertas dificultades. El único aspecto negativo es trabajar la flexibilidad antes de hacer ejercicio de fuerza, aunque ese tema siga en controversia.

Agradezco enormemente a Santana Entrenador personal por su colaboración en mi artículo.

 

Lecturas recomendadas

 Revista Educación física y deporte (Instituto de Educación Física — Universidad de Antioquia),

“Ser flexible te ayuda a mejorar y crecer” Fernando web www.musculacion.com 27 de septiembre de 2011,

Webs de muy poco interés y erróneas como

www.portalfitness.com,

www.vitalidia.com.org ( dónde habla de entrenar la flexibilidad incluso antes del ejercicio de fuerza ).

 

También recomiendo  libros como «El método Delavier» ed. Hispano Europea y «El método» de Juan Rallo.

El cambio de Miguel

Una visión de un actual entrenador personal.

El primer testimonio, como entrenador personal, que me gustaría explicaros es el de Miguel. Él fue una de las primeras personas que confió en mi como entrenador personal, así que creo que su historia debe ser la primera en ser contada.

Infancia con sobrepeso

Nuestro amigo Miguel llevó toda una infancia con mala alimentación, lo que le supuso ser el típico niño “gordito” y sentirse acomplejado por su cuerpo. Lo que él no sabía es que en su interior, latía una genética buena, es decir, realmente era un chico delgado atrapado en el cuerpo de un “gordito

 Entrenador personal Mallorca

Frustración

En su adolescencia se siguieron las mismas pautas alimenticias que en su infancia, pero añadió una variable más: Miguel comenzó a practicar, por su cuenta, deporte. Sin embargo, la falta de resultados derivó en desilusión y, por consiguiente, en el abandono de la realización de cualquier tipo actividad física. Así que volvió al punto de partida, pero esta vez con más complejos y frustración por no haber conseguido ningún cambio, y lo que es más grave, comenzó a comer con mayor ansiedad. Ahora si, ya teníamos la combinación más peligrosa: un auténtico cóctel Molotov, casi Gordotov, que ya muchos de nosotros conocemos o hemos vivido.

 

Descubrimiento

Cuando vino Miguel a verme, ya estaba en la edad a adulta. Él estaba realmente preocupado, ya que unos análisis le habían indicado que tenía hiperuricemia, es decir, el ácido úrico a niveles preocupantes. Así que había vuelto a entrenar en solitario, un año completo en un gimnasio, sin conseguir, de nuevo, revertir su situación. Sin embargo, aunque él no lo viese, yo si que noté enseguida que tenía una base, un rodaje, que daría unos resultados que más tarde Miguel también descubriría.

 

Cambio

Rápidamente nos pusimos manos a la obra y descubrimos que el mayor de sus problemas era una mala alimentación y una programación desordenada de los entrenos. Marcamos unas pautas, corregimos viejas dinámicas, y el cambio comenzó a ser visible. Es como si hubiéramos colocado sobre la partitura la clave de sol de la alimentación, las notas de la programación de los entrenos y la música comenzase a sonar armoniosa.

 

ActualidadEntrenador Personal Mallorca

Miguel ha conseguido por fin los resultados que él tanto buscaba desde su infancia y no solo de una forma bien visible. Miguel ha logrado, con unos buenos hábitos alimentarios y una actividad física supervisada, ser una persona saludable, por dentro y por fuera, satisfecho con su cuerpo y su bienestar. Y yo también estoy orgulloso de él y de haberle ayudado a sentirse así. Y que decir, se ha convertido en un extraordinario entrenador personal.

Calabacines rellenos de gambas y atún

Otra de mis recetas favoritas como entrenador personal.

Todo hay que decir que esta es una de las recetas por las que más felicitaciones recibo desde que soy entrenador personal.

Ingredientes:

8 calabacines, 500g de atún , 3 dientes de ajo, 500g de gambas, 1 tomate, aceite, pimienta negra, sal y perejil.

Preparación:

-En primer lugar pondremos a hervir los calabacines, de 5 a 8 minutos. No mucho más porque si no debido al exceso de cocción nos quedarán muy blando para poder manipularlos después.

– Con una cucharada sopera de aceite de oliva suave en una sartén sofreiremos los ajos, una vez que estos empiezen a coger un color amarillento incorporaremos el tomate y justo después el atún y las gambas. Recordad que si los ajos cogen un tono un poco más negruzco puede causar amargor. Cuando las gambas estén casi listas incorporaremos el relleno del calabacín.

– ¿De dónde sacamos este relleno? Pues muy fácil, una vez que el calabacín ya esté hervido lo partiremos en dos mitades iguales y con una cuchara, si puede ser un vaciador de melones, sacaremos el interior. Una vez que el relleno del calabacín se mezcle homogéneamente con el resto de ingredientes introduciremos un poco de perejil. Este ingrediente igual que el ajo es delicado porque si lo hacemos demasiado nos amargará toda la mezcla.

-Cuando tengamos lista la mezcla la utilizaremos para rellenar los huecos que tenemos en los calabacines que anteriormente hemos vaciado y por último colocaremos los calabacines ya rellenos en una bandeja,
y al horno. El tiempo del horno es al gusto, yo personalmente lo dejo unos 10 minutos, para que quede doradito pero muy jugoso.

Si, lo sé…. esta receta lleva su tiempo y no siempre podremos hacerla. Vivimos una vida con poco tiempo para perderlo en la cocina. Pero no sólo como consumidor sino como entrenador personal es mucho más sano que cualquier comida prefabricada y más gratificante.

La lucha entre el fitness y el wellness

Mi opinión personal como entrenador personal.

¿Os habéis dado cuenta de cómo se ha puesto de moda la palabra fitness en el último año? Sin embargo, a pesar de lo mucho que lo escuchamos, creo que el concepto de fitness tiene una importancia mucho más reducida. Ahora el “fitness” parece esa palabra mágica para conseguir un cuerpo soñado: unos muslos de acero, unos brazos tonificados, unos abdominales bien definidos…¡si incluso se han inventado diversos nombres en todos los idiomas! Que si la famosa tableta de chocolate en castellano o el six-pack en inglés…
Sin embargo, desde mi punto de vista, creo que hay una palabra que es mucho más importante y a pesar de ello, menos escuchada: el Wellness. El Wellness se diferencia al fitness en que su prioridad es estar realmente saludable, por encima de las tabletas de chocolate o de los famosos cánones estéticos. Así pues, todos deberíamos tener en mejor estima esta simple palabra y esta para mi es la que verdaderamente importa.
Muchas veces los “cuerpos fit” (en forma) no son realmente saludables. Hay muchas dietas, como la cetogénica, que realmente pueden ayudar a crear un cuerpo fitness pero no un cuerpo wellness. En el wellness hablaríamos de potencia, fuerza, bienestar, mejor rendimiento en la vida cotidiana y una mayor energía. Y, sobre todo, no nos olvidemos del aumento de felicidad que produce hacer ejercicio saludable, gracias a que el cuerpo segrega endorfinas (la llamada “hormona de la felicidad”) al realizar el ejercicio.
Mi intención es muy clara y sana: Como entrenador personal en mi gimnasio se viene a buscar el equilibrio entre cuerpo, mente y bienestar. Nunca nunca y nunca aconsejaré que no se ingiera un alimento sano tan sólo por el simple hecho que tenga muchos hidratos( Patata, arroz, legumbres ) o grasas ( aguacate, pistachos o frutos secos ). La sola idea de eliminar una de estos alimentos en una dieta me escandaliza e indigna! Bienvenidos al mundo del WELLNESS!

Ensalada templada de gulas y gambas

La ensalada favorita de un entrenador personal

Es una ensalada que me encanta y es de muy fácil preparación. No os llevará más de 20 minutos y si ya tenemos preparados los ingredientes ni 5 minutitos. Ya sabemos que una ensalada puede aburrir y como entrenador personal recibo muchas preguntas acerca de posibles recetas para salir de la monotonía (eso que yo mismo soy más de cremas de verduras). Pues aquí os dejo mi receta favorita de ensalada, no como entrenador personal, ya que existen mucho más sanas sino una sana para salir de la monotonía.


Ingredientes:

500 gr de champiñones, uno o dos dientes de ajo, 125 gr de gulas, 200 gr de gambas, brotes tiernos de lechuga variada, aceite de oliva suave, sal, pimienta negra y brandy.

Preparación:

Colocamos una cucharada sopera de aceite de oliva suave una vez caliente introducimos los ajos, previamente cortados en láminas muy finas. Dejamos dorar. Después incorporamos las gambas y las gulas y las sofreímos unos dos minutos a fuego medio. Salpimentamos al gusto. Una vez tenemos la mezcla hecha le añadiremos los champiñones y cuando estos ya estén listos y hayan reducido su tamaño a la mitad es cuando le daremos el toque final. Le añadiremos un chorrito de brandy y cuando esté bien mezclado y caliente, usaremos una llama para flambear la base central de nuestra cena. Cuando el alcohol se haya evaporado añadiremos la mezcla en un bol que previamente hayamos colocado nuestros brotes tiernos dejando un hueco en medio para introducir con comodidad la mezcla en su interior. Ya está, así de fácil y rápido. ¡¡¡A Disfrutar de una cena rica, rápida y sana!!!

La verdad que como entrenador personal debo decir que echarle brandy a un plato no es lo más fit, pero os aseguro que una vez evaporado el alcohol no es tan malo como os pensáis.

Los beneficios de los champiñones

Como entrenador personal es uno de los alimentos que más aconsejo.

Con un gramo de proteína por porción puedes «muscular» cualquier ensalada, salsa o snack durante el día. Ya sabemos que un cuerpo normalmente sólo puede asimilar de 1.5 a 2 gramos de proteína por kilógramo de persona. Eso quiere decir que un individuo que pese 100 kilos como mucho podrá asimilar 200 gramos de proteínas.

Mantienen tu metabolismo alto y tu crecimiento muscular en marcha. Contienen una alta densidad de nutrientes superior al de la mayoría de frutas y verduras (en vitaminas y antioxidantes). Algunos investigadores dicen que son uno de los pocos alimentos que la gente puede comer en grandes cantidades sin efectos secundarios y como entrenador personal lo he podido comprobar en mis carnes.
Son una buena fuente de potasio, un mineral potente en la creación de músculo que también puede ayudar a disminuir el riesgo de enfermedades del corazón y la hipertensión. Al contener Champiñonesel 80-90% de su peso en agua te hará sentir saciado más tiempo.
Tienen vitaminas B, incluyendo la riboflavina, niacina y ácido pantoténico, que ayudan a proporcionar energía al liberar las proteínas, las grasas y los hidratos de carbono. Los investigadores estiman que sustituyendo la carne en una comida a la semana por champiñones, se pueden perder cinco kilos en un año sin más cambios.

A menudo agrupados con las verduras los champiñones proporcionan muchos de los atributos nutricionales de productos como carne, legumbres o cereales. No sólo son bajos en calorías, no contienen colesterol ni gluten, son bajos en sodio sino que también proporcionan otros nutrientes importantes como el selenio, polisacáridos y antioxidantes que combaten el cáncer de próstata y de mama.

A parte de todos los estudios que hay al respecto mis opiniones sobre alimentos como entrenador personal siempre vienen con un poco de estudios empírico, lo que viene siendo lo he probado conmigo mismo.