¿Entrenador personal? Los 12 mejores lugares para entrenar en Palma de Mallorca

Muchos entrenadores ya los están usando…

Acondicionar un local, pagar un alquiler, licencias, máquinas… en Fatbusters sabemos lo que cuesta tener un centro de entrenamiento personal profesional.
Si eres entrenador personal en Palma de Mallorca más te vale saber donde entrenar si no tienes un buen capital con el que empezar.

A continuación vamos a darte algunos lugares en Palma de Mallorca donde puedes desarrollar tu labor como entrenador personal. Tanto si eres  un profesional del gremio como si sólo quieres hacer ejercicio físico.

El Parc de la Riera

Es el más conocido y el más concurrido.

A favor: Los espacios son amplios y cuenta con muchas posibilidades, escalones de distintas alturas, lugares para colocar Trx (entrenamiento en suspensión) y suficiente espacio para montar distintas estaciones para los distintos ejercicios.
En contra: Van muchos entrenadores y a según qué hora puede ser difícil encontrar hueco. Si vas durante el día no hay mucha sombra.
A según que horas es difícil aparcar.

Dirección: Carrer de Jesús, 27A, 07010, Palma de Mallorca.

Las opiniones de la gente: 8.4 sobre 10 hace de este parque una excelente opción para que un entrenador personal pueda ejercer su labor, recomendamos que se usen las escaleras que dan acceso a la cuesta de Salvador Dalí y si trabajas con gente madura tienes las máquinas que usan el propio peso como lastre.

 

Parque de Son Oliva o Sa Fertilitzadora:

9.2 sobre 10 hacen de este parque el número uno de Palma de Mallorca para hacer ejercicio. Se trata de un parque cerrado con pistas de baloncesto y fútbol sala y un ambiente muy familiar. De fácil aparcamiento y con varios bares alrededor de la zona. Hay una ligera pendiente muy útil para hacer ejercicios de unos 30 metros empezando por la entrada de la calle d,Henri Dunant.

Dirección: Carrer de Julián Gayarre, 5, 07004, Palma de Mallorca.

 

Parc de Ses Fonts

Un 8.6 de un total de 328 reseñas hacen de este parque una apuesta segura. Si bien es verdad que a nivel deportivo no ofrece muchos retos, para gente que se inicie con carreras ligeras o caminatas intensas, este parque ofrece un ambiente tranquilo, familiar y gracias a las fuentes hasta relajante.

Dirección: Carrer Gaspar Sabater, 2, 07010, Palma de Mallorca.

Parc de Sa Feixina

Buena y merecida nota, un 8.6, casi un excelente alto se merece este gran parque. A un paso del paseo marítimo encontramos éste lugar, tiene buenas opciones para que un entrenador personal diseñe un gran programa de entrenamiento. Entre sus escaleras, cuestas y bordillos no necesitaras transportar grandes cantidades de materiales, podrás aprovechar todo el potencial que Sa Feixina te ofrece. Existen ya algunos entrenadores que trabajan allí y se tiene que convivir con skaters, guiris y jóvenes que se reúnen allí. A pesar de parecer un problema, normalmente existe un respeto entre los vecinos del parque.

Dirección: Avenida Argentina, 07011, Palma de Mallorca.

Parc de les estacions

Como parque la gente le da un 8 sobre 10, como entrenador personal mi opinión es muy distinta. Situado en un lugar muy céntrico y con gran espacio podría parecer un buen lugar para entrenar pero el descuido que sufre, las pandillas de jóvenes fumando porros y la falta de recursos y limpieza brillan por su ausencia. ¿Qué puede ofrecer este parque a un entrenador personal? Nada. Si de verdad quieres y aprecias a tus clientes no lo uses por muy cómodo que te parezca.

Dirección: Carrer Eusebi Estada 07005, Palma de Mallorca

Parc de la Femu:

Se trata de un pequeño parque situado entre Son Oliva y el conservatorio.Tiene una puntuación media de 6.8 sobre 10. Hay que darle la razón a la gente por esa puntuación. Dejan perros sueltos de cualquier manera y no vigilan que hagan sus necesidades ni se molestan en recogerlas, evidentemente es una generalización. Sabemos que no todos los que frecuentan ese parque son incívicos.
Por mi parte me gusta para realizar ejercicio ya sea por su facilidad para encontrar aparcamiento y su tranquilidad. Me parece un buen lugar a tener en cuenta en Palma de Mallorca para cualquier entrenador personal. Además de una parte exterior muy amplia y que apenas tienen peatones para realizar trotes largos. Hay muchos bancos y escalones para realizar ejercicios de pliométricos. Además de sus verjas exteriores te permiten anclar herramientas de suspensión.Existe algún entrenador que ya lo utiliza.

Dirección: Carrer Magdalena Bonet i Fabregues, 07004, Palma de Mallorca.

 

Parc Krekovic

8 sobre 10, esa es la puntuación que le dan al parque Krekovic situado a dos minutos del paseo marítimo y  en un barrio de gente trabajadora de Palma de Mallorca. Es un parque amplio y tranquilo pero no contiene muchas herramientas si eres entrenador personal. Mi recomendación como entrenador personal es bajar 500 metros por Manuel Azaña y llegar al Paseo Marítimo de Palma y desde ahí seguir hasta el portitxol, esa zona os ofrecerá muy ambiente, el aroma del mar y zonas mejor acondicionadas.

Dirección: Avinguda de Mèxic, 8-10, 07007 Palma de Mallorca.

 

Parc de la convivència Son Dameto D´Alt

8,8 sobre 10, casi un 9, hacen de este parque una de las mejores opciones para que un entrenador personal elabore su planning. Un lugar espacioso a tener en cuenta por su fácil aparcamiento y las opciones que encontramos en la zona. Hay escaleras, bordillos, bancos. Grandes desniveles que harán que nuestros entrenamientos se dejen el alma en ellos.

Dirección: Carrer d’Andalusia, 14, 07013, Palma de Mallorca.

PARC DE SES SORTS

8.6 sobre 10 no es una puntuación que le haga justicia al que posiblemente sea el mejor parque para que un entrenador personal lleve a hacer ejercicio a sus clientes. Calistenia, máquinas, desniveles, circuito para correr, fácil de aparcar lo hacen un parque casi perfecto, con una salvedad, pocas zonas de sombra.

Dirección: Carrer Mare de Déu de Montserrat, 67, 07008, Palma de Mallorca.

Jardins Sa Quarentena

Con una puntuación media de 8.4. Un lugar muy bonito con vistas al paseo marítimo. Tranquilo pero angosto pero un entrenador personal experimentado puede crear un plan de entrenamiento muy duro.
Es un sitio en el que se puede gozar de mayor privacidad, pero el aparcamiento puede ser un problema en fin de semana.

Dirección: Avinguda de Gabriel Roca, 35A, 07014, Palma de Mallorca

Parque Del Mar

Se trata de un lugar idílico en frente del mar y con vistas privilegiadas de la catedral. Gran lugar para alcanzar un toque zen o una gran motivación. Para entrenar con amigos puede ser una opción pero si eres entrenador personal, tus clientes se pueden sentir un poco intimidados con la cantidad de gente andando y en coche que pasan por allí durante el día.
Es un lugar a tener en cuenta aunque un bastante saturado en verano.

Dirección: Avinguda de Gabriel Roca 07001, Palma de Mallorca.

Calistenia Son Moix

Muy buena estructura y fácil de aparcar, pero según comentan no hay un buen ambiente. Vuelvo a verme en la tesitura de generalizar pero hay mucho «flipado» aunque, no puedo decirlo de primera mano. A mi me gusta el parque de calistenia Santa Ponça, Mallorca, delante del IES Calvià. Como entrenador personal siempre tengo en cuenta como se pueden sentir mis amigos delante de gente que no valora el esfuerzo ajeno.

Dirección: Camí de la Vileta, 07012, Palma de Mallorca.

¿Qué es lo que hace un entrenador personal?

¿Qué debe hacer un buen entrenador personal?

1- Un entrenador personal te enseña.

Un entrenador personal es un profesional que si tiene algún título un poco bueno y cierta experiencia habrá entrenado ya a personas que se encontraban en la misma situación que tú.
Es verdad que todos somos distintos, pero al no ser que tu caso sea extraordinario, habrá entrenado a alguien con tu mismo mesotipo, un metabolismo parecido e incluso con circunstancias personales parecidas.
La formación que te dará va desde la frecuencia óptima de entrenamiento, la intensidad, el criterio a la hora de elegir los ejercicios, cómo ejecutarlos y posiblemente pautas de alimentación (aunque nunca sustituirán las que te pueda dar un dietista – nutricionista. Por ejemplo Lucía Martínez, una gran profesional que ha vivido mucho tiempo en nuestra isla, Mallorca).
Si eres de esas personas que van al gimnasio y no saben por donde empezar un entrenador personal te podrá ayudar.

2- Un entrenador personal perfecciona tu técnica.

Una de las tareas principales de un entrenador personal durante una sesión es mostrar, observar y corregir la postura y la técnica de ejecución de cada ejercicio.
No se distraerá y en todo momento estará observando desde distintas posiciones que haces el ejercicio tal y cómo te ha explicado.
Realizar los ejercicios de manera correcta te ayudará a conseguir mejores resultados y bajo un riesgo menor de lesión

3- Un entrenador personal te ayuda a ser realista.

Cuando trabajas de entrenador personal a menudo viene a verte gente que piensa que haces milagros, sin tener en cuenta que:
* El mayor esfuerzo y el mayor mérito de que el trabajo de un entrenador personal salga bien es de las personas que vienen a entrenar.
Qué sigan las pautas como toca, no fallen a los entrenamientos y tengan una vida más activa en general serán en principio el mayor esfuerzo que tendrá que realizar esa persona.
* Las prisas no son unos buenos aliados de nuestro cuerpo. Es verdad que hay casos excepcionales en los que la genética funciona a nuestro favor como el caso de nuestro amigo Toni de Algaida, Mallorca aunque, no suele ser lo habitual. El secreto para que se mantengan los resultados en el tiempo es que los cambios que hagamos para conseguirlos se conviertan en un hábito.
* Bajar 20 kg en un mes no es saludable.
* Muchos de los cambios extremos que se publicitan puede que no se hayan conseguido de manera natural.

El entrenador personal además irá añadiendo pequeñas metas a corto o medio plazo para mantener la motivación.

4- Un entrenador personal puede ser la manera de conseguir tus objetivos si tienes requerimientos especiales.

Si vienes de sufrir una lesión, si eres una persona que nunca ha hecho ejercicio físico o si tienes ya una cierta edad un entrenador personal adaptará los entrenamientos a tus particularidades.
Reforzará todos los aspectos que puedan ayudarte a mejorar esos requerimientos especiales.

5- Un entrenador personal te obliga a cumplir.

Te sorprendería la cantidad de gente que busca un entrenador personal porque necesitan a alguien que «les meta caña».
El Lunes empiezo en el gimnasio, mañana me levantaré a las 6 para ir a correr, después de navidades cuidaré la alimentación y al final no lo hacemos o no aguantamos más de un mes haciéndolo.
Un entrenador personal te pedirá explicaciones, te reñirá si no cumples y te dará la enhorabuena si no le fallas.

6- Un entrenador personal te ahorra tiempo.

La falta de tiempo es una de las excusas que más utiliza la gente cuando viene a vernos. Es verdad que si vas por tu cuenta acabas tardando más tiempo, cámbiate, busca qué ejercicios haces, si alguna máquina está siendo usada, espera que quede libre, descansos interminables entre ejercicios.
Con el entrenador tienes una hora acordada por lo que tienes que llegar a tiempo si o si, los ejercicios ya están elegidos y si es buen entrenador incluso cronometra los descansos (puesto que también es una variable del entrenamiento).

7- Un entrenador personal mejora tu estado de ánimo.

Después de unas cuantas sesiones la relación cambia y pasa a ser de amistad. Si el ejercicio sólo ya se ha demostrado que ayuda a la salud, incluso a partir de los 5 minutos de actividad física.
Imagínate si compartes ese rato con un amigo con el que te puedes desahogar y al terminar lo riegas con un cóctel de hormonas como serotonina, dopamina y endorfinas.

8- Un entrenador personal puede ayudarte a conseguir fines específicos.

¿Quieres bajar muchos kilos? 
¿Quieres correr una maratón en 7 meses?  Como por ejemplo la Palma de Mallorca Maratón.
¿Quieres aumentar tu fuerza? 
¿Quieres subir de peso? 
Todo eso se puede conseguir, y un entrenador personal hará todo lo posible para que así sea.

9- Un entrenador personal te ayuda a valorar lo que consigues.

Llevas tres meses con un entrenador personal, has bajado bastante de peso pero ves que empiezas a subir de nuevo.
Un entrenador personal con experiencia te mostrará datos como:
Sigues bajando cm de cintura y subiendo de brazos o gemelos.
Entrenas a una intensidad muy superior (y ahí te das cuenta de que en el trabajo ya no te cansas tanto).
Sin darte cuenta llevas meses entrenando cuando nunca antes habías aguantado en un gimnasio.
La comida que comes es cien veces más saludable que la que comías antes.

10- Un entrenador personal consigue tu mejor versión.

¿Qué puedes hacer un determinado número de repeticiones? Un entrenador personal te exigirá más. ¿Puedes correr 10 Km en un determinado tiempo? Un entrenador personal te exigirá que los corras más rápido.
¿Comes saludable? Si no incluyes suficientes frutos secos, legumbres o fruta tu entrenador personal te lo hará saber.
Tu objetivo es nuestro objetivo, si lo consigues nosotros también lo conseguimos y si eres feliz nosotros también.
Un entrenador personal es una persona con la vocación de ayudar a otras personas y en nuestro caso que hemos estado en la misma situación que tú, más todavía porque sabemos lo que sientes.

¿El espejo del alma o como arma?

¿Un entrenador personal sin espejos en el gimnasio?

Venancio sólo tiene un espejo en todo el gimnasio. Lo tiene en el vestuario y es uno de esos espejos enormes, con el marco dorado, capaz de responderte, si le preguntas, quien es la más bella del Reino. Pero Venancio lo tiene apoyado en el suelo. Ni siquiera lo ha colgado. También dice que quiere colgar algún que otro espejo en la sala de entreno, pero siempre aclara que para corregir posturas. Y es que se nota que, para Venancio, no es ni mucho menos una prioridad el que nos miremos al espejo. Sabe que en el fondo, un espejo es la representación de una imagen, de un resultado, y eso es un arma de doble filo que hay que saber administrar.

Y es que, muchos de los que empezamos a entrenar con Venancio venimos de una época huyendo de los espejos. De peinados rápidos, para no estar mucho tiempo delante de nuestro reflejo. Otros, quizás con un problema más grave, buscándolos incansablemente. Pero esos no se miran al espejo porque les gusta lo que ven, sino porque son incansables descubridores de defectos, y, claro, cuanto más busques, más encontrarás. Ahora, en estos tiempos que tanto nos gustan las etiquetas, a eso se le llama “captotrofilia». Por lo tanto, tenemos gente que no se mira al espejo para no encontrarse defectos, y los hay que se miran obsesivamente para encontrárselos. Entonces ¿no queda nadie que utiliza de una forma positiva el espejo?

Recuerdo cuando acabé la primera semana de entreno. Venancio me acompaño al vestuario, y se puso a mi lado. Delante del espejo dorado, me señaló los músculos que habíamos trabajado y los primeros cambios que ya se podían notar. Yo, sorprendido y casi eufórico le pregunté: “¿pero todo estos cambios han sido en solo una semana?”. Y él, con esa media sonrisa que a veces resulta tan odiosa y a veces encantadora me respondió: “¡Eso no es lo realmente importante! Lo que hemos conseguido es que, por una vez, estés 5 minutos mirándote al espejo y que te guste lo que ves.”

El club secreto de la «Cheat Meal»

El entrenador personal más loco de toda Mallorca

La escena se repite cada semana. Lunes. Llego a entrenar. Venancio me espera de pie, esta curioseando el móvil. Casi sin mirarme, no me pregunta “¿Que tal el fin de semana?, sino “oye,  ¿qué tal la Cheat Meal?”. En ese momento, él me empieza a enseñar fotos mientras recita, uno por uno, nombres de platos apetitosos:  nachos con queso, pizza, tarta de 3 chocolates. Las fotos las enseña orgulloso, como quien enseña las imágenes de su sobrino en el móvil. ¿ Y tu que hiciste? . No, este finde no salí, no hice nada. Respondo tímido. Venancio levanta la mirada de su móvil, me mira extrañado y frunce el ceño. Parece molesto. Madre mía, ¿esta enfadado mi entrenador personal porque no he hecho una comilona? ¿Habré escogido el entrenador personal más loco de todo Mallorca? Empiezo a estar casi seguro de que si…

Yo nunca había oído hablar de la Cheat Meal antes de empezar a entrenar con Venancio. Se ve que viene del inglés, que significa algo así como “comida trampa”, y básicamente consiste en que, por un día, en una comida, puedes comer lo que quieras con la conciencia tranquila. Sé que parece incompatible con instaurar unos hábitos “para cuidar la línea”, pero tiene mucho más sentido de lo que parece. Venancio, cuando me habló por primera vez de ella, me aseguró: “si no hubiera Cheat Meal, la gente no me aguantaría”. Él sabe que dentro del diseño de un programa integral de mejora de la salud, como son sus entrenamientos, la parte mental es tan importante como la física. Si al comenzar el entrenamiento nos dicen que nunca volveremos a comer según que platos y que tenemos prohibidos según que placeres, la sensación de ansiedad se incrementará y por lo tanto será mas fácil caer en tentaciones en momentos de debilidad. Venancio instaura la comida “tramposa” para evitar todo eso, ya que así sabemos que una vez a la semana, vamos a tener una recompensa, una palmadita en la espalda por el trabajo bien hecho. Y eso, claro, nos anima a seguir.

 

Lunes. Llego a entrenar. Venancio, mi entrenador personal, me esta esperando de pie. Pregunta directamente ¿Nachos con queso. Pizza. Tarta de 3 chocolates?. Me mira fijamente, a lo que yo respondo orgulloso : “Hamburguesa coyunda. Aros de cebolla. Brownie de chocolate”. Parece como si fuera nuestro código secreto, como una serie de palabras clave que abren las puertas para entrar en un club. Un club para reconocer el trabajo y del esfuerzo.  Es el club secreto de la Cheat Meal.

Quinta semana: Se puede copiar

Mi entrenador personal permite copiar

Nunca fui demasiado buen estudiante. Era uno de esos que deambulaba, sin pena ni gloria, entre el 4 y el 6 sin que muchos profesores fueran capaces de recordar mi nombre. Sin embargo, a veces, veía las orejas al lobo, me “ponía en serio”, estudiaba y, de vez en cuando, a lo mejor sacaba una buena nota. Ah! Esos momentos eran inolvidables!. Me gustaba dejar el examen bien visible encima de la mesa y lo torcía un poco, por si mi compañero de pupitre quería mirar mi nota así de reojo. Y es que creía que, por una vez, podía presumir de nota… pero en realidad no era eso. No presumía de nota, sino de mi capacidad de obtener resultados. Que igual parece lo mismo, pero no lo es.

Esta semana cumplo mi quinta semana con mi entrenador personal, es decir, la mitad de los tres meses que tengo concertados con Venancio. Y la verdad, es que no me ha costado demasiado llegar hasta aquí, ya que estas semanas han pasado muy rápido. Los cambios en mi día a día, como he ido contando, no han sido tan traumáticos: planificación de los entrenamientos y descanso, cambios en la alimentación y aumento de la intensidad y espíritu de esfuerzo. Los resultados, en esta vez, no van del 1 al 10, sino que se miden con la cinta métrica y se puntúan en centímetros. En 6 semanas he ganado 1,5 cm de biceps y he perdido 4 centímetros de perímetro de cintura. ¿Si eso es mucho? Pues no lo sé, pero ahora soy plenamente consciente de que no es lo más importante.

Y es que, bajo mi punto de vista, presumir de mi entrenador personalVenancio, no es pasear por la playa, arriba y abajo mirando con media sonrisa a todo el mundo. Ni siquiera inundar las redes sociales de selfies sin camiseta. Para mí, el mejor resultado es precisamente haber consolidado la rotura de una dinámica y que el mejor resultado de ir a entrenar sea, precisamente, ir a entrenar. De ser consciente de que no tenemos que conformarnos siempre con el 4 y el 6, con lo suficiente, sino que tenemos la capacidad de poder cambiar eso.

Cuarta semana: Con 8 no basta

La exigencia de un entrenador personal

No sé cocinar, pero me encantan los programas de cocina. Para mi tienen algo realmente hipnótico, y no los puedo dejar de mirar pensando lo de “pues parece fácil. El día que cocine, haré esta receta”. E intento memorizarlo todo, fijarme en los detalles, para el día que me anime a cocinar, tener una base que lo haga todo mucho más fácil. Y me pasa exactamente lo mismo con los entrenamientos de Venancio. Intento acordarme de los ejercicios que me enseña, aprender la técnica, memorizar sus consejos por si algún día tengo que empezar a hacerlo yo solo. Pero intuyo que, igual que el mejor chiste de Arguiñano, no funcionará igual de bien cuando yo lo intente en solitario.

Y es que, una de las mayores diferencias entre entrenar solo o entrenar con un entrenador personal es el grado de exigencia. Me explico. Sé que yo nunca me pediría a mí mismo tanto como me exige él. Cuando yo entrenaba solo, el número de repeticiones o el peso con el que trabajaba siempre era el justo y necesario. Es decir, que pudiera hacer el ejercicio cómodamente, sin llegar a pensar nunca en el “no puedo hacerlo”. Y eso cambia con Venancio. Él sabe lo que te puede pedir y lo que no… incluso mejor que tu mismo. Te pedirá, te exigirá, cosas que tú crees que no puedes hacer. Y entonces te darás cuenta de que el concepto de “autosuperación” no es una de esas palabras que se ha inventado para los manuales de autoayuda, sino que es una palabra real, que puedes tocar, medir, pesar en kilos o contar en repeticiones.

A menudo, cuando entrenamos y vamos contando las repeticiones, siempre me imagino cuantas me quedan para terminar. “Si son 8 si que puedo” pienso, esperando que Venancio se apiade y piense igual que yo. Y no, realmente nunca coincidimos. Si él sabe que puedo llegar bien a 8, me va a pedir 12. Y si “llego bien” a 12, me va a pedir 16. Y su mayor trabajo va a ser mantener o despertar mi espíritu de esfuerzo. Y, a lo mejor, más que estudiar ejercicios secretos, o técnicas o nombres de músculos, de Venancio aprenderé que mi limite esta siempre un poco más lejos de lo que esperaba. Aunque yo siga pensando que solo puedo hasta 8.

Tercera semana: La dieta secreta

La dieta secreta de mi entrenador personal.

Sé que debo ir al dentista. Hace tiempo que me duele una muela, pero voy retrasando mi cita. No me apetece que me echen la bronca de que no me cepillo bien los dientes, que tenía que ir mas a menudo, hacerme revisiones… No, no, paso. Y eso, es un poco lo que me pasó al principio con el tema de la dieta y Venancio. Él me pidió que hiciera una tabla en la que recogiera todo lo que comía a lo largo de una semana, y luego él marcaría mi cambios de hábitos alimentarios. Pensé en engañarle, pensé en poner cosas que no como para evitar las charlas o las broncas… .. Pero estaba claro, que, igual que al dentista, el se daría cuenta de lo que estaba haciendo bien y lo que estaba haciendo mal. Y, al final, eso es lo positivo para mi.

Lo que mas me preocupaba era que me impusiera una dieta de esas milagrosas, que circulan por foros de internet: claras de huevos, batidos milagrosos, o suplementos de esos que corren por los vestuarios de los gimnasios. Luego me inquietaba que me prohibiese cosas. Esos alimentos que hacen que el comer, sea un placer mas que un deber. Pero nada de eso. Ni prohibir ni exigir. Venancio cree en el cambio de hábitos, en algo que debe ser sostenido a lo largo del tiempo; es decir, sin tener que contar los días que nos faltan ni pesar los gramos de lo que comemos. Es muy difícil, por no decir imposible, ser constante con algo que no nos gusta. Y Venancio, al que se le nota que ha sido monaguillo antes que fraile, es bien consciente de eso.

Tras estudiar mis hábitos alimentarios, Venancio toma varias medidas. Son sencillas, muy sencillas, pero a mi nunca se me habían ocurrido: primero me retira los lácteos. Adiós a mis queridos yogures, que poblaban toda mi cuadricula semanal. Me deja la leche en el café de la mañana, ya que para mi tiene la categoría de sagrado. Incorporación de los frutos secos, tanto para desayunar como en la merienda. Desayuno más potentes, con fruta e hidratos. Legumbre, pasta y arroz para comer los días de entreno. E intentar cenar proteínas (huevos, pollo, pescado) con guarniciones ligeras. Poco más. Cabe en dos líneas. A mi me parece casi un milagro, de tal modo que antes de escribir este articulo le pregunto si puedo contar su “dieta secreta”. “¿Secreta?” Me mira sorprendido. “Pero si esto ya lo sabe todo el mundo…”.

Luis Pérez

No quiero ser como Beckham

Segunda semana con mi entrenador personal

«La planificación del entrenamiento acaba siendo tan importante como la definición del objetivo. Por lo tanto, la primera semana con Venancio consiste en diferentes pruebas de nivel para saber “de dónde parto” y, por lo tanto, hasta donde puedo llegar. Enseguida nos hemos dado cuenta de que había algunas partes de mi cuerpo que podía trabajar con mayor intensidad que otras. Es decir, hay ejercicios que me cuestan relativamente poco y otros en los que realmente soy un desastre. . .  Eso se debe a que, cuando yo entrenaba solo por mi cuenta, he descuidado el equilibrio entre los ejercicios y ahora presento una mayor fuerza en el tronco inferior que en el superior.

 

A parte de estar “descompensado”, también tengo otro pequeño problema: no quiero dejar de hacer spinning en el gimnasio. La bicicleta para mi tiene ya un componente social, ya que hay compañeros con los que llevamos mucho tiempo yendo juntos a clase, y al fin y al cabo es lo que me gusta y me divierte. Y no quiero renunciar a eso. Con esas premisas, Venancio me hace un “planning” a mi medida: trabajaré tres días a la semana con él y luego habrá otros dos días a la semana en los que haré bicicleta por mi cuenta en el gimnasio. Los jueves y los domingos serán mis días de descanso. Los días de entreno con él, trabajaremos cada día un grupo muscular específico de forma intensa, dejando el trabajo de piernas para los días de spinning.

 

Esta planificación dura 3 meses. Venancio me pregunta cuál es mi objetivo de todo esto: “¿Qué cuerpo te gustaría tener después de estos 3 meses?” . Me sorprende la pregunta. “No sé, ¿el de Beckham?” digo yo dubitativo. “No, eso no es posible”, me responde con media sonrisa. Me explica que por mi complexión y constitución fisiológica, no debo errar en mis objetivos y señala objetivos de gente “famosa” con una complexión parecida a la mía. Y en ellos debo fijarme. Venancio me asegura que conseguirá sacar de mi cuerpo el máximo rendimiento en potencia, fuerza y energía. Y eso, aunque no pueda ser como Beckham, también me gusta.»

 

Luis Pérez

Primera semana: Tomar medidas

«Algún día tenía que empezar. Llevaba ya mucho tiempo dándole vueltas a lo de buscarme lo que ahora llaman un “personal trainer”, pero era la típica cosa que acababa retrasando para otro día. Yo seguía cómodamente en mí día a día: iba un ratito al gimnasio, hacía las clases que me gustaban y, de vez en cuando, me planteaba si realmente estaba consiguiendo mejoras con todo el tiempo dedicado al deporte. Y estaba claro que no.  Seguía levantando los mismos pesos que al principio de los tiempos, y en mi cuerpo, para ser sinceros, no había grandes cambios. Por eso me rondaba la idea del entrenador personal.

 

Al final, casi me encontró él a mí sin buscar. Había comentado a mi circulo cercano mi idea de empezar “en serio” con un entrenador personal, y me recomendaron uno de confianza. Seguramente, si no hubiera sido así, una persona “de confianza”, nunca me habría atrevido a dar el primer paso necesario. Así que dicho y hecho, una primera reunión me sirvió para darme cuenta de que había encontrado la horma de mi zapato. Me gustaba incluso su nombre: Venancio. Nada de Max, Mike, ni nombres así como de un catálogo dMetroe modelos. Venancio es cercano, próximo, y no es uno de esos entrenadores que parecen salidos de un telefilme norteamericano. Y eso me gusta.

 

En esa primera reunión con él, ya vi que mucho de mis temores –o casi prejuicios- desaparecían. Venancio no me pesó, sino que me midió, y calculó mi porcentaje de grasa corporal. Nada de esa obsesión que esta tan de moda por el gramo y el kilogramo. Ahora mediremos los centímetros y los tantos por cientos. Me explica que, básicamente, tengo que cambiar mi grasa por músculo, y que por tanto, podría ser que mi peso realmente no tenga muchas variaciones a lo largo de este tiempo. Aunque mi cuerpo si que los tendrá.

 

Tras eso, le indico un poco cual es mi dieta. Venancio no se tira de los pelos, ni se saca de la chistera nuevas y revolucionarias “dietas”. De hecho, él no me habla de dietas, sino de hábitos. La clave es empezar a pensar en “como” y “cuando” comemos, más que en el “que”. Dicho de otra forma, es como si yo estuviera poniendo todas las piezas de un puzzle en un sitio incorrecto. Las piezas están bien, pero hay que empezar de cero y reordenarlo de nuevo. No me “prohíbe” nada de forma taxativa, ni me obliga a comer cosas raras o que no me gusten.

 

Venancio, por lo tanto, no cumple con el estereotipo que yo tenia formado del personal trainer. Cuidar la alimentación y ejercicio. No hay más, ni trucos ni cosas extrañas. Eso que suena tan sencillo, pero que yo he sido incapaz de hacer sólo. Pero, tranquilos, que ya hemos tomado medidas.»

 

Luis Pérez