Los ñoquis de un entrenador personal
Una receta ligera y con un mínimo de «grasas saturadas» en unos sencillos pasos.
– Comenzaremos por dejar preparada la carbonara, así que manos a la obra. Ponemos en una sartén una cucharada sopera de aceite de oliva y colocamos un diente de ajo cortado muy pequeño (quitamos el centro del ajo que es lo que provoca que se nos repita) y lo doramos a fuego medio. Después cortamos a cuadraditos una cebolla pequeña y la sofreímos en el aceite y cuando ésta ya está lista le añadimos unos dados de pavo (lo que vulgarmente llamamos chopped de pavo) y dejamos que se entremezclen sabores durante cuatro minutos. Pasado este tiempo, podemos observar como el pavo ya tiene una consistencia casi crujiente y si no es así, esperaremos unos minutos más. Ya tenemos lista la base de nuestra peculiar pero exquisita carbonara. Ahora solo falta el momento de añadirle la nata vegetal de soja, la mezclamos bien, salpimentamos al gusto y a fuego medio remover constantemente.
– Por otra parte, empezaremos a preparar los ñoquis, que no tienen ningún secreto: es como un tipo de pasta pero compuesta por harina mezclada con puré de patata. Tienen valores elevados de carbohidratos, de los cuáles una mínima parte son azúcares. Su elaboración es muy sencilla: en una sartén colocamos un chorrito de aceite de oliva, depositamos los ñoquis en su interior y vamos removiendo con agilidad a fuego lento hasta que se doren. Esto puede tardar unos 5 minutos. Una vez que ya están dorados, echamos unos 200 ml de agua previamente calentada mientras removemos y dejamos que absorban prácticamente todo el agua. Por último, los pasamos por agua fría dentro de un colador para enfriarlos y evitar que se peguen.
Ahora ya sólo queda calentar la carbonara y mezclarla con los ñoquis. Un plato extraordinario pero eso si: ¡acordaros que es para comer el día del entreno!, sino es así yo como entrenador personal lo consideraré una cheat meal. Un saludo y espero que os guste