Una visión de un actual entrenador personal.
El primer testimonio, como entrenador personal, que me gustaría explicaros es el de Miguel. Él fue una de las primeras personas que confió en mi como entrenador personal, así que creo que su historia debe ser la primera en ser contada.
Infancia con sobrepeso
Nuestro amigo Miguel llevó toda una infancia con mala alimentación, lo que le supuso ser el típico niño “gordito” y sentirse acomplejado por su cuerpo. Lo que él no sabía es que en su interior, latía una genética buena, es decir, realmente era un chico delgado atrapado en el cuerpo de un “gordito”
Frustración
En su adolescencia se siguieron las mismas pautas alimenticias que en su infancia, pero añadió una variable más: Miguel comenzó a practicar, por su cuenta, deporte. Sin embargo, la falta de resultados derivó en desilusión y, por consiguiente, en el abandono de la realización de cualquier tipo actividad física. Así que volvió al punto de partida, pero esta vez con más complejos y frustración por no haber conseguido ningún cambio, y lo que es más grave, comenzó a comer con mayor ansiedad. Ahora si, ya teníamos la combinación más peligrosa: un auténtico cóctel Molotov, casi Gordotov, que ya muchos de nosotros conocemos o hemos vivido.
Descubrimiento
Cuando vino Miguel a verme, ya estaba en la edad a adulta. Él estaba realmente preocupado, ya que unos análisis le habían indicado que tenía hiperuricemia, es decir, el ácido úrico a niveles preocupantes. Así que había vuelto a entrenar en solitario, un año completo en un gimnasio, sin conseguir, de nuevo, revertir su situación. Sin embargo, aunque él no lo viese, yo si que noté enseguida que tenía una base, un rodaje, que daría unos resultados que más tarde Miguel también descubriría.
Cambio
Rápidamente nos pusimos manos a la obra y descubrimos que el mayor de sus problemas era una mala alimentación y una programación desordenada de los entrenos. Marcamos unas pautas, corregimos viejas dinámicas, y el cambio comenzó a ser visible. Es como si hubiéramos colocado sobre la partitura la clave de sol de la alimentación, las notas de la programación de los entrenos y la música comenzase a sonar armoniosa.
Miguel ha conseguido por fin los resultados que él tanto buscaba desde su infancia y no solo de una forma bien visible. Miguel ha logrado, con unos buenos hábitos alimentarios y una actividad física supervisada, ser una persona saludable, por dentro y por fuera, satisfecho con su cuerpo y su bienestar. Y yo también estoy orgulloso de él y de haberle ayudado a sentirse así. Y que decir, se ha convertido en un extraordinario entrenador personal.
Gracias por todo!!no ha sido fácil, especialmente al principio cuesta dejar de lado los hábitos que siempre has tenido pero en cuanto aprendes a comer todo viene rodado..una vez llegué a la meta que me había propuesto, aparecieron nuevos objetivos que me han animado a seguir y una vez conseguidos éstos han aparecido otros más difíciles…A Venancio no le gusta hablar de Kgs pero han sido más de 15(en la foto del polo rojo llevaba 1 año haciendo ejercicio por mi cuenta!)y todo sin pasar hambre, sin pasar horas en cintas de correr, sin lesionarme…Es el período de mi vida más largo que he aguantado haciendo ejercicio seguido y mi salud lo ha notado…Gracias de nuevo!!nos vemos en el gimnasio!