El entrenador personal más loco de toda Mallorca
La escena se repite cada semana. Lunes. Llego a entrenar. Venancio me espera de pie, esta curioseando el móvil. Casi sin mirarme, no me pregunta “¿Que tal el fin de semana?, sino “oye, ¿qué tal la Cheat Meal?”. En ese momento, él me empieza a enseñar fotos mientras recita, uno por uno, nombres de platos apetitosos: nachos con queso, pizza, tarta de 3 chocolates. Las fotos las enseña orgulloso, como quien enseña las imágenes de su sobrino en el móvil. ¿ Y tu que hiciste? . No, este finde no salí, no hice nada. Respondo tímido. Venancio levanta la mirada de su móvil, me mira extrañado y frunce el ceño. Parece molesto. Madre mía, ¿esta enfadado mi entrenador personal porque no he hecho una comilona? ¿Habré escogido el entrenador personal más loco de todo Mallorca? Empiezo a estar casi seguro de que si…
Yo nunca había oído hablar de la Cheat Meal antes de empezar a entrenar con Venancio. Se ve que viene del inglés, que significa algo así como “comida trampa”, y básicamente consiste en que, por un día, en una comida, puedes comer lo que quieras con la conciencia tranquila. Sé que parece incompatible con instaurar unos hábitos “para cuidar la línea”, pero tiene mucho más sentido de lo que parece. Venancio, cuando me habló por primera vez de ella, me aseguró: “si no hubiera Cheat Meal, la gente no me aguantaría”. Él sabe que dentro del diseño de un programa integral de mejora de la salud, como son sus entrenamientos, la parte mental es tan importante como la física. Si al comenzar el entrenamiento nos dicen que nunca volveremos a comer según que platos y que tenemos prohibidos según que placeres, la sensación de ansiedad se incrementará y por lo tanto será mas fácil caer en tentaciones en momentos de debilidad. Venancio instaura la comida “tramposa” para evitar todo eso, ya que así sabemos que una vez a la semana, vamos a tener una recompensa, una palmadita en la espalda por el trabajo bien hecho. Y eso, claro, nos anima a seguir.
Lunes. Llego a entrenar. Venancio, mi entrenador personal, me esta esperando de pie. Pregunta directamente ¿Nachos con queso. Pizza. Tarta de 3 chocolates?. Me mira fijamente, a lo que yo respondo orgulloso : “Hamburguesa coyunda. Aros de cebolla. Brownie de chocolate”. Parece como si fuera nuestro código secreto, como una serie de palabras clave que abren las puertas para entrar en un club. Un club para reconocer el trabajo y del esfuerzo. Es el club secreto de la Cheat Meal.